Función Tiroidea

Hipotiroidismo canino

El hipotiroidismo puede surgir por la disfunción de cualquier parte del eje hipotálamo-hipofisio-tiroideo. Co mayor frecuencia al hipotiroidismo canino adquirido es el resultado de una toroiditis linfocítica o de una atrofia tiroidea idiopática. Si bien se asume que la tiroiditis canina es de tipo inmunitario, no se ha determinado con exactitud la patogenia inmunológica y molecular. Entre el 35% y el 50% de los perros presentan anticuerpos antitiroglobulínicos, aunque se desconoce si estos anticuerpos son secundarios a los daños en las células foliculares o proceden de células T infiltrantes , o si están directamente implicados en la patogenia de la tiroiditis. La prevalencia de los anticuerpos antitiroglobiulínicos varía significativamente entre diferentes razas (mayor en beagles y borzois).

En los perros rara vez se describe un hipotiroidismo secundario (deficiencia de TSH), por malformaciones o neoplasias hipofisiarias.

Diagnóstico de hipotiroidismo

El valor predictivo positivo de las pruebas diagnósticas es mayor cuando la prevalencia de la enfermedad es alta. La realización de pruebas en perros u obesos, sin los signos objetivos de un trastorno tiroideo, aumenta la probabilidad de obtener resultados positivos falsos.

La hormonas tiroideas que se determinan normalmente son T4 total (TT4), t3 total (TT3) y T4 libre (fT4), pruebas debidamente homologadas para perros. Los anticuerpos séricos para T3 y T4 pueden interferir en las pruebas de hormonas tiroideas, ya que compiten con la hormona por los anticuerpos utilizados en la prueba. Las hormonas tiroideas son estables a temperatura ambiente durante 5 días, siempre que las muestras sean almacenadas en tubos de plástico, y son estables por más tiempo si se congelan.

La concentración de TT4 es una buena prueba de screening para la disfunción toroidea canina. Un paciente con valores de TT4 dentro del rango de referencia es eutiroideo, a menos que anticuerpos anti T4 estén causando un aumento falso en la concentración de TT4 (estos anticuerpos están presentas en aproximadamente el 2% de los perros con sospecha de hipotiroidismo y suelen producir valores de TT4 por sobre los de referencia). La disminución de TT4 no es específica de un diagnóstico de hipotiroidismo. Una TT4 baja puede ser normal en un individuo, el resultado de un trastorno no tiroideo o secundario a la administración de medicamentos. Los valores de referencia de TT4 dependen del laboratorio, aunque suelen variar entre 1,5 y 3,5 µg/dL. La hora del día, la edad, la raza, la estación del año y la temperatura ambiental pueden afectar la concentración de TT4. Las concentraciones de esta hormona no difieren significativamente entre machos y hembras, pero son más elevadas en perros de razas pequeñas, en cachorros menores de 12 semanas y en perros obesos no hipotiroideos. La concentración de esta hormona puede ser mayor durante el diestro y la gestación, a causa de alteraciones en su hormona transportadora.

Concentración de fT4

La hormona conjugada con proteínas actúa como reserva para mantener las concentraciones de hormona libre en sangre a pesar de las fluctuaciones en la liberación o el metabolismo de T3 y T4, o en las concentraciones de las proteínas plasmáticas. Por lo tanto, las concentraciones de hormona libre no se ven afectadas por variaciones de la concentración de proteínas y de su conjugación como las de hormona total. Dado que sólo la hormona libre puede entrar en las células y unirse a los receptores, los valores de fT4 deberían suponer una representación más precisa de la función tiroidea. Las concentraciones de fT4 determinadas por métodos análogos a la diálisis de equilibrio (método de referencia) son menores y no representan una ventaja diagnóstica sobre la medición de TT4.

Concentración de TT3

La medición de la hormona TT3 es menos precisa que la TT4 para diferenciar entre perros eutiroideos e hipotoroideos , porque las concentraciones de TT3 fluctúan fuera de los valores de referencia aún más que la TT4 en perros eutiroideos y se pueden producir resultados falsos a causa de anticuerpos anti T3.

Concentración basal de tirotropina (TSH)

Debido al efecto de retroalimentación negativa de TT4 sobre la hipófisis, las determinaciones de la concentración de TSH caninas debieran ser un indicador preciso de disfunción tiroidea, sin embargo las pruebas actuales para detectar TSH canina no tienen alta sensibilidad. Entre el 13% y el 38% de los perros hipotiroideos presentan una concentración de TSH dentro de los valores de referencia. Las posibles razones de TSH normales en perros hipotiroideos incluyen el hipotiroidismo secundario y terciario, fluctuaciones en las concentraciones de TSH y efectos de fármacos o enfermedades concurrentes. Además el método analítico puede no detectar todas las isoformas de TSH circulante. La especificidad de la TSH aislada es menor que la medición de TT4 oFT4, debido a que las concentraciones de TSH están elevadas en el 7% al 18% de los pacientes eutiroideos. La especificidad de la TSH para el diagnóstico de hipotiroidismo en perros con TT4 y fT4 bajas se acerca al 100%.

Prueba de respuesta a TSH

Esta es una prueba de reserva de la glándula tiroides y es un criterio estándar para el diagnóstico de hipotiroidismo canino. La aplicación de esta prueba está limitada por la disponibilidad y costo de la TSH bovina. El protocolo común para esta prueba consiste en la medición de TT4 tras la administración endovenosa de 0,1 U/kg de TSH bovina. Se recoge una segunda muestra 6 horas más tarde para determinar TT4. En el diagnóstico del hipotiroidismo es probable que las concentraciones séricas de TT4 pre y post TSH sean inferiores a los valores de referencia (< 1,5 µg/dL). Una concentración de TT4 post TSH superios a 3 µg/dL indica eutiroidismo.

En los perros la administración de algunos fármacos puede alterar la concetración de hormonas tiroideas. Los glucocorticoides afectan al metabolismo periférico de las hormonas tiroideas e inhiben la secreción de TSH. En dosis inmunosupresoras (1 a 2 mg/kg cada 12 horas) causa un descenso rápido de TT4 fT4 y T3 y afecta poco a TSH, volviendo a valores normales en una semana o más después de terminado el tratamiento. La sulfamidas bloquean la yodación de la tiroglobulina y pueden causar un hipotiroidismo clínico de forma dependiente de la dosis y la duración. Los efectos son reversibles entre 2 y 4 semanas después de interrumpir el tratamiento. La administración de fenobarbital o fenitoina produce una disminución de TT4 y fT4 y ligeros incrementos de TSH. Clomipramina produce un descenso de las concentraciones de TT4 y fT4, pero no altera la TSH. Otros medicamentos que pueden alterar las concentraciones de hormonas tiroideas son lo andrógenos, furosemida, heparina, antiinflamatorios no esteroidales, propanolol, amiodarona, contrastes radiológicos y yodo.

El síndrome del paciente eutiroideo se refiere a una condición en la cual los perros padecen de una enfermedad extratiroidea, que reduce las concentraciones de las hormonas tiroideas circulantes. El mecanismo exacto del desarrollo de este síndrome no está completamente aclarado, pero lo más probable es que involucre varias vías y puede ser una respuesta protectora ante la enfermedad extratiroidea. En un perro con una concentración baja o normal baja de T4, que tiene una importante enfermedad no tiroidea, el enfoque clínico debe estar dirigido a esta enfermedad antes de realizar pruebas diagnósticas tiroideas adicionales. Una vez que el perro se ha recuperado, si el hipotiroidismo sigue siendo una sospecha clínica, es el momento oportuno para realizar las pruebas adicionales de la función tiroidea.

La prevalencia descrita de hipotiroidismo canino oscila entre el 0,2% y el 0,8%. La edad media de diagnóstico es de 7 años, con un intervalo de 0,5 a 15 años.

Como las hormonas tiroideas influyen en la función de numerosos órganos, el hipotiroidismo se incluye en el diagnóstico diferencial de una amplia variedad de trastornos. Los signos clínicos del hipotiroidismo pueden ser inespecíficos y de presentación gradual y se suele diagnosticar erróneamente. Los signos clínicos comunes son letargo, falta de actividad, aumento de peso, intolerancia al frío, pérdida de pelo o falta de su crecimiento luego del recorte, pelo seco y sin brillo, hiperpigmentación de la piel, otitis infecciosas. Los signos menos comunes incluyen debilidad generalizada, falta de coordinación, anomalías cardiovasculares, parálisis faciales, convulsiones, neuropatías, infertilidad.

Entre el 60% y el 80% de los perros hipotiroideos presentan alteraciones cutáneas. Entre las alteraciones más frecuentes figuran piel seca y descamada, alteraciones del color y calidad de la capa de pelo, alopecía (seca u oleosa) y pioderma superficial. También se puede observar hoiperqueratosis, hiperpigmentación, formación de comedones, hipertricosis, otitis seruminosa, mala cicatrización, aumento de hematomas y mixedema. La alopecía puede ser bilateral y simétrica y aparecer primero en zonas de roce y no suele afectar la cabeza ni las extremidades. También se puede decolorar la capa de pelo y es frecuente que el pelo no vuelva a crecer después de cortarlo. La presencia de signos de disminución del metabolismo, junto a los trastorno dermatológicos, aumentan la sospecha de hipotiroidismo. Los perros hipotiroideos presentan predisposición a las infecciones bacterianas recurrentes en la piel, como foliculitis, piodermia y furunculosis. Las infecciones por Malassezia y la demodicosis se asocian al hipotiroidismo. Con las infecciones concurrentes puede aparecer prurito.

Test de estimulación con TSH: Utilizada para el diagnóstico de Hipotiroidismo. Aporta información acerca de la reserva hormonal del tiroides. Se extrae sangre del animal (T0 basal) y se administra TSH bovina por vía IV en dosis de 0,1 UI/Kg. Se vuelve a extraer sangre a las 4 horas (T1 post TSH) y se envían las muestras de sangre heparinizada, rotuladas y refrigeradas para la medición de T4.

Test de T4 Post-Pill: Prueba de biodisponibilidad de tiroxina en tratamientos para hipotiroidismo. Se extrae sangre del animal antes de la medicación con L-Tiroxina (T0 basal). Se administra la dosis de L-tiroxina indicada y se extrae nuevamente sangre a las 6 horas (T1 post L-Tiroxina) si el animal recibe 2 tomas al día, o a las 6 (T1 post L-Tiroxina) y a las 24 horas (T2 post L-tiroxina) si el animal recibe una toma al día.

Test de Respuesta a hCG: Prueba utilizada para averiguar la presencia de tejido testicular. Se extrae sangre del animal (T0 basal) y luego se e inyectan 250 UI de hCG/por animal vía IM en el gato o 10 UI en el perro vía IM. Se recoge sangre a los 30 minutos (T1 post hCG) y a las 2 horas (T2 post hCG) en el gato, y a las 4 horas (T1 post hCG) en perro, para luego medir Testosterona en todas las muestras.

Hipertiroidismo felino

El hipertiroidismo o tirotoxicosis es un trastorno generalizado que se produce por un exceso de hormonas tiroideas activas (T3 y T4) en una glándula tiroides con una anomalía funcional.

Los factores de riesgo propuestos para el desarrollo de hipertiroidismo felino incluyen a los gatos alimentados con productos enlatados o el uso de arena para sus deposiciones. Los factores ambientales, como la exposición a compuestos goitrogénicos (que inhiben la iodinización de la tiroxina) como los ftalatos, también han sido descritos. Los gatos tienen una capacidad relativamente lenta de la glucuronidación, cual es la vía metabólica responsable del catabolismo de muchos compuestos goitrogénicos. Tambien se ha sugerido como factor de riesgo los autoanticuerpos y las causas genéticas o infecciosas.

Ésta es básicamente una enfermedad de aparición en gatos de edad mediana o mayores. En un estudio reciente el 90% de los gatos afectados tenía 11 años de edad o más. El signo más frecuente es la pérdida significativa de peso. A menudo acompañado de polidipsia, aumento o disminución del apetito y vómitos ocasionales. En algunos casos, se asocia el aumento del volumen fecal o incluso diarrea. Los animales afectados pueden ser hiperactivos o agresivos, alternativamente, o pueden padecer letargia y escasa respuesta a los estímulos.

En gatos hipertiroideos se describe inicialmente un incremento del hematocrito, del volumen corpusacular medio (VCM) y del recuento eritrocitario, así como de la concentraciónde hemoglobina. Se piensa que estos cambios reflejan aumentos de la producción de eritropoyetina causada por el mayor consumo de oxígeno o por estimulación betaadrenérgica directa de la médula eritroide mediada por las hormonas tiroideas. La anemia ocurre raramente, y puede estar asociada al hipertiroidismo grave y puede estar causada por agotamiento de la médula ósea. Se ha descrito una mayor prevalencia de cuerpos de Heinz en los gatos con hipertiroidismo en comparación con los gatos sanos. Loas gatos hipertiroideos también presentan un volumen plaquetario medio mayor que los sanos. Los cambios en los parámetros de los leucocitos son comunes e inespacíficos. La anomalías más frecuentes comprenden leucocitosis neutrófila con formas maduras, linfopenia y eosinopenia, lo que probablemente refleja una respuesta al estrés. Las alteraciones bioquímicas más frecuentemente observadas en esta enfermedad incluyen los incrementos en la actividad de las enzimas hepáticas (ALT, AST, FA, LDH), en al menos el 90% de los gatos hipertiroideos se presenta una o más de estas enzimas con valores elevados. La actividad de la fosfatasa alcalina suele correlacionarse positivamente con los valores elevados de T4. Puede además presentarse hiperfosfatemia y disminución del calcio iónico en los gatos hipertiroidismo. El hiperparatiroidismo se ha descrito en aproximadamente el 70% de los gatos hipotiroideos. En gatos hipertiroidismo sin azoemia, la concentración de la creatinina sérica es significativamente menor en relación con animales sanos de la misma edad. Esto puede estar relacionado con una pérdida de la masa muscular y, eventualmente este efecto puede enmascarar el diagnóstico concurrente de insuficiencia renal. La concentración sanguínea de fructosamina suele ser significativamente menor que en gatos sanos, posiblemente por el aumento del catabolismo proteico. Este hecho puede complicar la interpretación de este parámetro en gatos hipertiroideos que también presentan diabetes. Los análisis de orina no suelen aportar datos destacables.

Diagnóstico

El diagnóstico de hipertiroidismo se confirma mediante la demostración de un aumento de la síntesis de hormonas tiroideas o por la captación de radioisótopos tiroideos.

La clave bioquímica del hipertiroidismo es el incremento de las concentraciones en sangre de TT4 y TT3 y es muy específico de este diagnóstico. Sin embargo, desde las primeras publicaciones sobre la enfermedad, se ha observado que, aunque las concentraciones sanguíneas de TT4 y TT3 están estrechamente relacionadas, es preferible medir la concentración de TT4 circulante, puesto que en hasta un 10% de los gatos hipertiroideos con TT4 elevada, presentan valores de TT3 en los rangos normales, aunque la mayoría de estos casos se clasifican con un hipertiroidismo leve. Las elevadas, con valores hasta 19 veces por encima del límite superior de referencia. Si embargo, recientemente se ha demostrado que hasta en el 10% de los gatos hipertiroideos presentan cifras de TT4 dentro de los valores de referencia. Dichoe valores suelen estar, aunque no siempre dentro del intervalo medio o alto de los valores de referencia, por lo que no se debe excluir un hipertiroidismo en base a un valor de TT4 normal. Se han descrito fluctuaciones inespecíficas de hormonas tiroideas en gatos hipertiroideos y pueden ser la causa de los valores de TT4 que se encuentran dentro de los valores de referencia. En los pacientes afectados levemente con valores de TT4 ligeramente elevados , el grado de fluctuación puede producir concentraciones de TT4 dentro de los valores de referencia. Un incremento de la producción tiroidea podría originar un incremento de las concentraciones circulantes, pero debido a que la vida media sanguínea de las hormonas tiroideas es de sólo algunas horas, un descenso agudo posiblemente refleja fluctuaciones en pas proteínas transportadoras u otras modificaciones hemodinámicas desconocidas. El los gatos, al igual que en los perros, una enfermedad extratiroidea puede llegar a inhibir la concentración de TT4 total circulante. El grado de inhibición se relaciona con la gravedad en vez de con el tipo de enfermedad, dado que esto se correlaciona inversamente con la mortalidad, se puede utilizar como indicador pronóstico. La medición de la concentración de fT4 circulante puede aportar u media alternativo para diagnosticar hipotiroidismo felino, especialmente en los gatos con concentraciones de TT4 dentro de los valores de referencia. Cuando se aumenta la concentración de TT4 circulante, se aumenta en forma desproporcionada la T4 libre. Esto podría estar relacionado en parte por la saturación relativa de las proteínas transportadoras. Además, en los paciente hipertiroideos con enfermedad extratiroidea, la concentración de fT4 permanece elevada cuando la de TT4 se inhibe hasta los valores de referencia. En los gatos con hipotiroidismo leve, con o sin enfermedad concurrente, la concentración sérica de TT4 sólo se encuentra elevada en aproximadamente el 60% , mientras que lascifras de fT4 lo están sobre el 90% de los casos, por lo que la medición de T4 libre aparece como una prueba sensible, pero su especificidad puede no ser muy alta, por lo que s más confiable si se interpreta junto con las concentraciones séricas de TT4. Valores de de TT4 en la zona media-alta de los de referencia, junto con una cifra elevada de fT4, son indicativos de hipertiroidismo.