Función Reproductiva
Reproducción
El inicio de la pubertad de la perra sana suele producirse entre los 6 y 18 meses de edad. Después de cada ciclo estro, que tiene una duración aproximada de 3 meses, se produce un anestro, de duración variable. El intervalo medio desde la aparición de un ciclo estro hasta el siguiente es de aproximadamente de 7 meses, con un intervalo de 4 a 6 meses. El intervalo interestro puede ser regular o variable dentro de cada perra. Después de los 8 años de edad, la duración y la frecuencia de los ciclos se tornan menos regulares y aumentan los intervalos interestro.
Las fases de ciclo de estro son estro, proestro y diestro o metaestro. La duración media del proestro es de 9 días, con un intervalo de 3 a 17 días. El proestro se define como el período que transcurre desde que una perra atrae sexualmente a los machos y los rechaza, hasta la primera aceptación. Sin embargo los primeros signos de cambio de comportamiento son inespecíficos. Por lo tanto, se suele usar la aparición de una secreción vaginal serohemorrágica como señal del primer día de proestro. Como media, el estro (período durante el cual aceptan al macho) dura 9 días, con un intervalo de 3 a 21 días. Durante el estro, la vulva se contrae y se alisa. La secreción suele persistir, aunque generalmente disminuye. Puede permanecer serohemorrágica o volverse de un color pajizo. El diestro comienza cuando la perra ya no acepta al macho. Tiene una duración media de 70 días si se acepta que finaliza cuando la concentración plasmática de progesterona disminuye a un valor inferíos a 0,32 ng/mL.
La concentración plasmática de progesterona debe, junto con el resto de las exploraciones, realizarse en días alternos. En el momento de la aparición de la fase folicular, determinada por los hallazgos citológicos y vaginoscópicos. El intervalo de tiempo entre 2 determinaciones de progesterona puede ser más amplio que durante la evolución de la fase folicular. Cuando se está utilizando semen conservado por refrigeración o congelación y se espera que la semivida de los esperamatozoides sea más corta que la del semen fresco, es particularmente importante la precisión de las mediciones de progesterona para determinar el día de ovulación, lo que permite la realización de una sola inseminación.
El inicio de de comportamiento de estro suele coincidir con el pico preovulatorio de LH, aunque los primeros signos de este comportamiento se pueden observar varios días antes o después del pico de LHo quizá no lleguen a observarse. Se deben realizar exploraciones repetidas para determinar si el ciclo progresa con normalidad. Las observaciones vaginoscópicas y citológicas que no coinciden con la fase del ciclo esperada quizá sean un signo de trastorno de la fecundidad, lo que puede o no ser grave. Por ejemplo en las perras sanas jóvenes y en las demás edad son normales los celos divididos. En los celos divididos la fase folicular se detiene antes de la ovulación y se reinicia después de algunos días o semanas. La secreción cambia de rojo a marrón, el frotis muestra células intermedias, parabasales y leucociros y disminuye la tumefacción de los pliegues vaginales. Posiblemente esté causado por folículos con regresión prematura. La concentración plasmática de progesterona debe, junto con el resto de las exploraciones, realizarse en días alternos. En el momento de la aparición de la fase folicular, determinada por los hallazgos citológicos y vaginoscópicos, el intervalos de tiempo entre 2 determinaciones de progesterona en plasma puede ser más amplio que durante que la evolución de la fase folicular. La concentaciones plasmáticas de progesterona aumentan ligeramente en el momento del pico preovulatorio de LH y luego con tapidez en el momento de la ovulación. En este punto la concentración plasmática de progesterona supera los 16nmol/L. El momento ideal para la monta es 24 horas después y se basa en el tiempo necesario para la maduración de los ovocitos, la capacitación y la vida de los espermatozoides. Aproximadamente el 94% de las perras con fecundidad normal y el 78% con una fecundidad subóptima quedan preñadas.
Evaluación del semen
El objetivo de la recogida y la evaluación del semen es evaluar la calidad de un animal destinado a la reproducción, realizar inseminaciones artificiales, conserval el semen, intentar localizar trastornos en algunos perros fértiles y determinar la respuesta al tratamiento de los perros infértiles.
El semen canino se recoge fácilmente mediante una vagina artificial (VA), un dispositivo constituido por un cono de goma de latex, conectado a un tubo plástico de centrífuga graduado de 15 mL. Algunos perros pueden eyacular en otros recipientes solamente con un masaje manual. Para obtener resultados óptimos, la toma de muestra se debe realizar en un recinto tranquilo, con el perro situado en una superficie antideslizante y ante la presencia del dueño. Para una respuesta óptima, el semen se puede obtener en presencia de una perra en proestro o en estro. La mayoría de los perros eyaculan las fracciones preespermática (transparente) y rica en espermatozoides (turbia) del semen durante movimientos pélvicos, luego logran la ligadura, se fija fuertemente hasta eyacular la tercera fracción prostática del semen.
De cada toma de muestra, se deben evaluar cinco parámetros: el color y el volumen de la muestra, así como motilidad, la concentración / número total y la morfología de los espermatozoides.
Color: El color de la muestra se observa macroscópicamente en el tubo de recogida. La primera fracción debe ser transparente, mientras que la segunda (rica en espermatozoides) debe tener un color blanco – lechoso. La tercera fracción (líquido prostático) debe ser transparente. Una coloración amarillenta puede indicar contaminación con orina o la presencia de un exudado purulento. Un color rojo o marrón puede indicar un trastorno prostático, traumatismo, uretritis o úlceras.
Volumen: El volumen de semen se puede leer directamente en el tubo de recogida calibrado. El volumen varía entre razas y entre perros individuales. El volumen de semen no es un parámetro importante, pero es necesario para determinar el número de espermatozoides por eyaculado. No es necesario registrar el volumen independiente de líquido prostático, ya que varía según el período de tiempo que se recoge.
Motilidad: Esta prueba se debe realizar inmediatamente después de la recogida. Se coloca una gota de semen diluido entre porta y cubreobjetos, se examina a 100 ó 200 aumentos y se calcula el porcentaje de espermatozoides que se mueven en forma progresiva y hacia adelante por el campo. Aunque éste no es un método preciso, es una prueba funcional rápida.
Concentración / número total de espermatozoides: el número total de espermatozoides en el eyaculado es más importante que la concentración de espermatozoides por mililitro, ya que la concentración cambia drásticamente según la cantidad de líquido prostático recogido. En la cámara de Neubauer el número de espermatozoides es la concentración de espermatozoides por mililitros de semen. El número total de espermatozoides por eyaculado es igual a la concentración multiplicada por el volumen. El número de espermatozoides varía de 300 a 2000 x 106; los perros de razas grandes eyaculan más espermatozoides que las razas pequeñas. Los recuentos tabién pueden hacerse en contadores hematológicos.
Morfología de los espermatozoides: La morfología puede valorarse en un frotis de semen teñido y observado con objetivo de inmersión (x 1000). Se deben estudiar 100 espermatozoides y registrar las observaciones, incluidos los espermatozoides normales, las anomalías primarias (todos los defectos de la cabeza, colas proximales dobladas, gotas citoplasmáticas proximales) y las secundarias (cabezas separadas, colas dobladas y gotas citoplasmáticas distales). Las anomalías primarias son las que se producen en el testículo durante la espermatogenia. Las anomalías secundarias se producen durante el transporte por el epidídimo o como resultados de técnicas de manipulación de la muestra. La mayoría de los perros presentan más de un 80% de espermatozoides normales por eyaculación.